LA PLUMA LIBERAL Y TRADICIONALISTA DE DON RICARDO PALMA

“En nuestra américa el poeta está obligado a ser ante todo el cantor de la libertad y el derecho. Aunque pague tributo al amor y al ensueño, aunque se pierda en las áureas nebulosidades del infinito, su objetivo de combate ha de estigmatizar toda tiranía y todo abuso”.  Ricardo Palma.

Manuel Ricardo Palma, nació con la Republica, el 7 de febrero de 1833 en Miraflores, Lima y murió el 6 de octubre de 1919, fue uno de los peruanos más prolíficos, escritor romántico, costumbrista, tradicionalista, periodista, político defensor de la libertad, perteneció a una época de importantes cambios, a tal punto que sus herederos literarios coinciden en apreciar que la dimensión de su obra es similar a la de Borges en Argentina, Alfonso Reyes en México, pablo Neruda en Chile, Franz Tamayo en Bolivia o Rubén Fonseca en Brasil.

Asistió a la escuela para párvulos de Pascual Guerrero, Antonio Orengo y Clemente Noel. Al terminar sus estudios de nivel secundario, optó por estudiar leyes en el convictorio de San Carlos. Se involucró en política y apoyó la sublevación de general Manuel Ignacio de Vivanco contra el presidente Ramón Castilla. En 1855 se inició como masón, estando en la armada tomo parte en el desembarco de Guayaquil en 1859, en el año 1860, participa en el asalto liberal fallido a la casa del presidente Castilla, liderados por José Gálvez. Tras este fracaso, Ricardo palma se ve obligado a partir a Chile, donde permanecerá hasta ser amnistiado en 1863 y fue nombrado cónsul en el Pará, Brasil, aunque no llego a ejercer el cargo, pero obtuvo una licencia y viajó a Europa.

Desde su juventud, y al mismo tiempo que empezaba su labor literaria, Ricardo Palma fue influenciado como muchos jóvenes de Hispanoamérica y Brasil del siglo XIX, por la idea dominante del liberalismo. Esta corriente de pensamiento innovador, moldeó el espíritu del joven escritor romántico y miembro de la “bohemia limeña”, convirtiéndolo en un ferviente defensor de las libertades individuales, de la democracia, de la moralización y el progreso en el país, y en un enemigo y crítico del autoritarismo y el militarismo.

Durante el conflicto con España, participa en el combate del Callao del 2 de mayo de 1866, como asistente de José Gálvez, Asimismo, cuando José Balta fue elegido presidente en 1868, lo nombra secretario particular y es elegido como senador por la provincia de Loreto. No obstante, tras ser asesinado Balta, Palma tiene que retirarse de la política y así comienza a dedicarse completamente a la literatura.

La pluma elegante de tal insigne poeta limeño pinta en sus versos el significado de nuestra identidad que narra en sus “tradiciones peruanas”, desde personajes hasta lugares, desde situaciones históricas hasta el valor de Lima de siempre.

Comenzó su carrera literaria en 1848, formando parte del grupo. La bohemia de mi tiempo, escribiendo poesía y artículos periodísticos con diversos seudónimos, su primer drama, el hijo del sol, es escrito en 1849, sin embargo, a partir de 1853, decide componer relatos breves de diversa índole, desde el ensayo costumbrista al romance histórico, con lo cual, posteriormente, obtuvo como resultado su obra más popular Tradiciones Peruanas.

En el año 1878 Ricardo palma fue miembro correspondiente de la Real Academia Española (1878) y de la peruana de la lengua.

Durante la guerra con Chile (1879) participa en la defensa de la capital peruana, lamentablemente las tropas de ocupación (1881) incendian su casa en Miraflores, donde pierde toda su biblioteca personal y su manuscrito de su novela “los marañones” y sus memorias del gobierno de Balta.

En 1883 acepta la dirección de la Biblioteca Nacional del Perú, donde se ganó el apelativo de el bibliotecario mendigo. Entre sus obras liricas destacan Poesías (1855) y Pasionarias (1870) en sus trabajos históricos se puede mencionar Anales de la Inquisición de Lima (1863) y páginas de la historia de la Independencia (1877)

Divulgó del Perú, su identidad con los valores históricos, las tradiciones y las formas de vida. Él nos toca el amor propio de lo que nuestro país, se fundamentó entre imágenes y realidades, nos cuenta, entre chismes, tradiciones y reales historias, el valor de nuestra patria y nuestro patrimonio oral.

Vio crecer al Perú, entre adelantos y retrasos, atropellos y caudillismo. Compartió con algunos fe y esperanza, con castilla y Prado en el legendario combate de dos de mayo y viendo como el mestizaje cultural nos hacia una patria nueva.

Aparecieron nuevas pretensiones sociales, afortunados con el “guano que nos trajo bonanza”, y acabo en una guerra cruenta. sufrió las adversidades de la derrota y de insigne escritor, creador de un género literario (las tradiciones) se volvió un mendigo bibliotecario para reponer y salvar el atropello a la cultura tras la Guerra con Chile. Luchó contra de la demagogia de los oportunistas políticos y desenmascaró a los petulantes sociales con “el que no tiene de inga tiene de mandinga”.

El escritor, es el poeta romántico, el creador de las tradiciones, una mezcla de historia y literatura que hace ver la esencia de la patria. Asimismo, el Palma lingüista incluye en nuestro idioma palabras de lenguas nativas y giros idiomáticos nacidos en nuestra forma de hablar y decir las cosas. Además, como hemos indicado, tenemos el Palma poeta, periodista, historiador y político.

Leer las tradiciones constituye una experiencia cultural compleja, más allá de las divertidas historias de amor, los retos al poder de las autoridades, las voces populares y los refranes antiguos se esconde un sofisticado artefacto cultural. La obra de don Ricardo Palma participó de forma central en diversos procesos culturales: la instalación del pasado andino en el reino del mito, la supresión de la experiencia andina presente por la historia inca, la nacionalización del legado colonial, la imposición de Lima como designación del Perú, la gradual asunción de la imagen, del mestizaje por parte del discurso criollo y el retraso de la aparición del cuento moderno. Las Tradiciones componen una obra de ficción que ha construido una realidad ineludible para el devenir de nuestra cultura, una máquina de significaciones de los procesos sociales pasados que se engarza al futuro por su capacidad de condensar mentalidades y sensibilidades con profunda raigambre que se repiten transhistóricamente y que encumbran a Lima y sus significados a una dimensión nacional.

Ricardo Palma hoy día es un símbolo de la peruanidad, liberal, romántica, barroca tradicional y algo conservadora.

 Esta forma de ver a Palma, como uno de artífices de la identidad y el costumbrismo, es la razón para que insignes peruanos como Martin Adán, Víctor Andrés Belaunde, Manuel Beltroy, Víctor Raúl Haya de la Torre, Raúl Porres Barrenechea, entre otros, hayan tenido la preocupación por estudiarlo y hacer referencia de su inmortalidad.

Entendemos que la literatura representa uno de los elementos más ilustrativos y de mayor alcance social en el funcionamiento de la cultura. La literatura es el testimonio lingüístico mas fidedigno de los quehaceres del hombre, del desarrollo de las ideas, de la interpretación del universo, de la evolución de la ética y de la estética.

En el cuadro de representantes intelectuales, el novelista y diplomático chileno Alberto Blest ocupa un lugar significativo. Junto a Alberdi y a los demas liberales argentinos como Domingo F. Sarmiento, Echeverría, Juan Montalvo de Ecuador, Jorge Isacs de Colombia, José Martí de Cuba y Don Ricardo Palma de Perú, integran una galería decisiva en el panorama cultural del siglo anterior.

Raúl Porras Barrenechea nos habla del liberalismo del siglo XIX especialmente en el Perú “El liberalismo no fue ningún partido político definido en la indefinición constante de nuestra vida política…El liberalismo no fue, pues, orgánicamente, un partido estructurado con jefes, programas y equipos definidos, fue más bien una tendencia mística, vaga y difusa y una actitud espiritual cuyo signo, más que el de preferir la libertad al orden pudo ser la tolerancia”.

Debajo de esa aurea liberal del siglo XIX, se descubre también en el escritor de las Tradiciones peruanas, a un hombre del orden, al ciudadano pacífico y disciplinado que anhelaba la paz de su patria para las grandes tareas constructivas, pero también se aprecia mucho de su fervor democrático, antimilitarista y también anticlerical.

El pensador, diplomático y escritor peruano Víctor Andrés Belaunde quien fuera también presidente de la asamblea general de las Naciones Unidas comentaba acerca de Ricardo Palma “fue un liberal romántico en política, incluso define su credo político a través de dos rasgos fundamentales: el primero, es el de un liberal típico con ciertas tendencias al radicalismo en lo religioso y al moderantismo en lo propiamente político. La segunda, se orienta siempre por su culto la honradez, por su sentido de lo heroico y de lo grande hacia las personalidades fuertes, aunque ellas hubieran encarnado un programa conservador”.

Esto explica la admiración de Ricardo Palma por personajes como Vivanco, Balta y Piérola. Sin embargo, Belaunde también destaca otras cualidades políticas de Ricardo Palma, “institucionalista, presidencialista y demócrata mas no igualitarista.”

Las tradiciones peruanas de don Ricardo Palma expresan y reflejan en sus numerosos relatos satíricos, humorísticos de historia y ficción, de su pluma se describe sus convicciones democráticas, su lucha contra el militarismo reinante y su rechazo a toda forma de opresión autoritaria y su defensa por la libertad.

Veamos algunos ejemplos de sus ideas a través de su pluma en “Las Tradiciones Peruanas”.

Igualdad, “Bien haya el siglo, en que es dogma el principio de igualdad ante la ley, nada de fueros ni privilegios”. (dos excomuniones”)

Antimilitarismo y democracia, “Verdad es que vivimos bajo un desgobierno llamado república, mal que nos pesca los que de buena fe amamos y creemos en la democracia, estas clases han ganado en predominio para tiranizar al pueblo tanto vale la catedra del espíritu santo, en donde abusando de su misión pacifica al sacerdote cristiano predica la intolerancia y da pábulo al más extravagante fanatismo, como el acero del soldado bajo cuya punta  se comprime todo pensamiento de libertad y toda tendencia que se encamina  a glorificar los bellos días del porvenir americano, cuyo advenimiento no es dado impedir a los que aplicándose el dictado de conservadores, solo son apóstoles de la estagnación y oscurantismo” (la hija del oidor)

Democracia e Igualdad, “húndase para siempre en el panteón del pasado todo lo que trascienda a prerrogativa de raza. Ante nuestro credo democrático la igualdad humana es absoluta. No cabe otra superioridad es la vida republicana que la que crean la honradez, la inteligencia y el trabajo” (Justicia y escuelas)

Presidente, “cierto presidente de cuyo nombre me acuerdo, pero no se me antoja apuntarlo, veía un conspirador en todos los que no éramos partidarios de su política y daba gran trajín a la autoridad de policía, encargándola de echar guante y hundir en un calabozo los oposicionistas” (Capricho de Limeña).

Congreso “téngase en cuenta que casi siempre el compañero de algún diputado monosilábico, de esos que cuya elocuencia parlamentaria se encuentra en decir sí o no, ajustándose a la consigna ministerial” (Don por lo mismo).

Mal gobierno, “(comentando el fracaso de santa rosa para conseguir que Dios concediera buen gobierno al Perú) y cata por que el Perú anda siempre mal gobernado, que otro gallo no cantara si la santa hubiera comenzado por donde concluyó” (los gobiernos del Perú)

La constitución, “…Pongo puntos por no hacer una lista interminable como la de puntapiés que gobiernos y congresos aplican a esa vieja chocha llamada Constitución ¡Así anda la pobrecita que no echa luz!”

Derechos individuales, “En estos tiempos no estaba de moda las garantías individuales ni otras candideces de la laya que hogaño se estilan, y que así garantizan al próximo que cae, debajo, como una cuota de seda de un garrotazo en la espalda” (beba padre, que le da la Vida…)

Corrupción, “Que las finanzas del Perú han andado siempre dadas al demonio, es punto menos que la verdad de perogullo. Por fortuna los peruanos somos gente de tan buena pasta, que maldito si paramos mientes en la cosa”. “pero señor, ¿en que hemos gastado tantos miles? Suele preguntar algún homóbono”, “en tabaco para el rey, contesta sonriendo, algún vejete, y punto en boca” (tabaco para el rey).

Como observamos, las tradiciones peruanas expresan la gran preocupación por los principales problemas existentes en el país. Sin embargo, la principal obra de Ricardo Palma da mucho para un análisis sociológico y literario, así encontramos que Jorge Frisancho nos dice, “las Tradiciones Peruanas, gira en torno a una imagen de lo social y de lo histórico, como espacio de homogeneización bajo control criollo. Lo hegemónico aquí no es tanto la práctica del discurso, sino su deseo, la energía simbólica que lo anima y define sus estrategias”.

Las Tradiciones Peruanas son el resultado de la práctica discursiva del proyecto político de un liberal peruano, que anhelaba –siguiendo el modelo romanticista americano de su época-  la formación de una literatura nacional que debía de forjar la identidad peruana.

Lo cierto es que la influencia de los ideales del romanticismo (libertad, heroísmo y patriotismo) expresados a través de la literatura, así como las ideas de la corriente liberal (democracia, igualdad, antimilitarismo, poder civil, anticlericalismo) adquiridos en su juventud, llegaron a ser en cierta forma, determinantes para el ingreso de Ricardo Palma a la actividad política. Como la mayor parte de los liberales peruanos del siglo XIX, el escritor fue también un claro ejemplo de “liberal criollo” (liberal conservador o liberal moderado, perteneciente a la elite intelectual criolla limeña).

Ricardo Palma asume una actitud política liberal cuando participa en la prensa de oposición en levantamientos, motines y revoluciones en su lucha contra toda forma de autoritarismo, y una actitud política, conservadora cuando protege y defiende el mantenimiento del orden y la institucionalidad del país. Como liberal aceptaba la igualdad de los individuos ante la ley, y que el individuo se diferenciaba del otro por su inteligencia y su moralidad.

Su discurso político basados en sus artículos, comentarios y ensayos periodísticos describen su profunda convicción democrática, antimilitarista, anticlerical y liberal. Siendo liberal, Palma se caracterizó por ser respetuoso y tolerante con otras ideas y doctrinas políticas, sociales y religiosas, de corte conservador y socialista.

“Su amor a la vida, a la libertad, se describe en estos versos                                                     

No son los muertos los que en dulce calma                                                                                   

La paz disfrutan de la tumba fría                                                                                          

Muertos son los que tienen muerta el                                                                                         

alma y viven todavía.

No son los muertos, no…los que reciben rayos de luz,                                                              

en sus despojos yertos.                                                                                                                   

Los que mueren con honra son los vivos.                                                                                     

Los que viven sin honra son los muertos.

La vida no es la vida que vivimos,                                                                                                    

la vida es el honor, es el recuerdo,                                                                                                    

por eso hay muertos que en el mundo viven                                                                                 

y hombres que viven en el mundo muertos.

(Quienes son los muertos)

Juca Fevel

Bibliografía

Ricardo Palma, Tradiciones Peruanas.

Diario el liberal, Lima 1867.

Carlos Alberto Pérez Garay, “Liberalismo criollo, Ricardo Palma, ideología y política”

Cultura y patrimonio, Ricardo palma y la identidad nacional.

Escritores organizados, ¿Quién fue Ricardo Palma?

Bogdan Piotrowki ¿por qué las tradiciones peruanas constituyen un valor?

Marcel Velásquez “la tradición criollo-popular y la nación peruana.

Alberto Blest Gana “Martin Rivas”

Eduardo Huárag Álvarez, Palma y la construcción de la identidad nacional.

Deja un comentario